Mil formas de ganarse el pan...

Ahora mismo estoy más solo que la una, en la parada del Paseo Independencia, y tan sólo escucho el motor de algún taxi que pasa a mi lado.

Hace un cuarto de hora, estaba junto a mí en el lado de la acera un señor de unos cuarenta y cinco años, pegándole unos "viajes" a la cabina de teléfono bastante considerables. Al principio pensé que se le habría quedado alguna moneda bloqueada... aún así pensé que los golpes que su propia mano recibía no guardaban relación con la moneda de más valor...

Ya salí de toda duda, cuando le observé hacer lo mismo con el teléfono del otro lado de la misma cabina... esta vez tuvo mas suerte y le escupió alguna moneda. Rápidamente se la metió al bolsillo y me miró molesto de verse descubierto.

Cruzó delante del taxi y se fué al otro lado del Paseo, donde está situada otra cabina. Siguió con el mismo procedimiento, mecánicamente y pasando de mi mirada.

Mis compañeros de noche, cuando les comenté lo ocurrido, se partían de la risa, pero no de la labor del hombre, sino de mi ignorancia...

-¿Ahora te entreras?, mira José, haga calor, frío o llueva, el hombre lleva una ruta todas las noches, igual que tu o que yo, ese forma parte de la noche perruna,

-¿Perruna? joder, que tío !!!