Ayer a causa del viento, vivimos unas cuantas desgracias en diferentes puntos del país. Somos poca cosa, somos débiles ante cualquier contratiempo. Nos echamos las manos a la cabeza, cuando las cosas han sucedido ya. No se puede estar en todo. Una cosa es prevenir para lo que sucede normalmente y otra son los caprichos de la naturaleza y sus consecuencias fatales...
En un segundo se apaga la luz de la vida y se terminó todo lo que pensábamos que era para siempre. Somos tremendamente indefensos. Es necesario recordarlo de vez en cuando, sobre todo cuando se cuestiona el futuro de una forma o de otra, pero implacable, como si fuésemos inmortales. Y realmente somos un granito de polvo en nuestra sociedad que evidentemente seguirá adelante... pero no nosotros.
2 comentarios:
Jose cuando puedas ampliamé la información sobre los dos días más de libranza, algo de eso debemos de hacer por aquí.
saludos
Jose eso se llama hunmildad, eso es lo que si eres inteligente acaba con la prepotencia que pueda tener uno. Somos lo que nos dejan de ser, la última palabra la tiene la naturaleza,la vida, por eso debemos ser conscientes de lo que hay y no creernos tan superiores. Un abrazote Jose y me besas a toda la familia.
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