domingo, 18 de abril de 2010
El payaso, Ronald Mcdonalds
Resulta ridículo pensar que durante más de la mitad de una vida pueda emplearse en hacer algo que no te guste ¿Verdad?
Hace diez días comenté mi intención de cambiar mi vida, mi trabajo a un vecino y taxista (de Zaragoza) de La Puebla de Alfindén... Me sorprendió cuando me dijo que a mí el taxi nunca me había gustado... No le dí importancia ni me lo tomé como algo personal, pues alguien que no se ha tomado un sólo café en su vida conmigo, nunca puede conocerme... y esa es la cuestión.
José (yo) es un taxista que siempre ha tenido su "casa" llena de asuntos, emociones, adquisiciones materiales, amores, inquietudes y algún que otro suceso desagradable que por pura ética nunca nombré en éste blog. Mi blog es impecable y no tienen cabida asuntos personales que pudiesen dar lugar a equivocaciones. Quiero decir que jamás me he preocupado de nadie, ni de casas ajenas.
El taxista que va a "su bola" es el rarito de turno. Ese soy yo. Pero además de rarito, siempre reconozco mis equivocaciones, éste es un campo desconocido para los borricos e incultos, que haberlos los hay en todas partes.
En Zaragoza, también.
El taxi, por mucho faltoso y patoso que hay deseando meterte la vara, es un mundo que he pertenecido y todavía pertenezco. Y lo amo.
Todavía hay quien llega más lejos, arreando con la vara. Disparando a quemarropa, opinando ignorantemente y haciendo daño... pero eso ya aburre.
En la foto: EL PAYASO Ronald Mcdonalds. Guapo, guapo.
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2 comentarios:
Se te esta yendo la olla!!!!!!!!!!!!!!!!!
A ver si quedamos anda.. Llamame alguna noche cuando quieras.
Déjalo Marco, mejor.
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