Unos cuadros de nada...

Hace un tiempo, unos clientes, tomaron un taxi para transportar unos cuadros de un lugar a otro. Alzaron la mano a mi compañero, una buena persona y además amable con todo el mundo (eso lo hace especial).

Durante la carrera hablaron de sus vidas y compartieron risas con mi colega, tanto llegaron a empatizar los tres, que al final olvidaron los cuadros en el maletero del taxi.

Mi compañero anduvo todo el día trabajando con la mercancía olvidada. Al anochecer el taxi durmió al sereno en la calle. Por la mañana al iniciar un nuevo día y abrir el maletero, se echó las manos a la cabeza al ver los cuadros del día anterior y sin ninguna prisa, procedió a la devolución cuando le acercaron al cuartel de la Policía Local, iba a entregarlos sin darle al asunto mayor importancia...

La sorpresa que se llevó cuando los policías le advirtieron el valor de los cuadros que llevaba bajo el brazo como si fuesen de mercadillo... Se trataban de unos cuadros de la Catedral de La Seo de Zaragoza, que iban a ser restaurados por aquellos despistados clientes-restauradores, de valor incalculable al pertenecer al Patrimonio Mundial de la Humanidad.

Por fin pudieron finalizar la búsqueda y captura de un taxista en posesión de unas obras de arte, que pasaron la noche en el maletero de su taxi.

P.D.

La foto es del museo de tapices de La Catedral de San Salvador (La Seo), de Zaragoza
No encontraba pinturas... pues telas ¿Que más dara, pué...?