" Los CV de la vida "

Cuando veo todo, cuanto la vida nos ofrece, me doy cuenta necesariamente que debo aprovechar el tiempo en lo que realmente me gusta y me llama la atención.

Tengo sed de libertad, de respirar aire menos contaminado. Deseo discutir con mi pareja porqué el cielo es azul y los mares verdes, viendo cómo nuestra nariz enrojece con la frescura de la brisa.

No quiero exigirme más de lo que doy, sólo estoy de paso y sería una tontería seguir siendo tan mal jefe conmigo mismo, porque me consta que la perfección es síntoma de que algo no va del todo bien.

Vamos como los caballitos de la imagen, trotando por el mundo a veces solos y en ocasiones con nuestros semejantes, esperando de la vida satisfacciones que se desvanecen por contratiempos que se encargan de enseñarnos a sobrevivir y adaptarnos a nuestro entorno.

Cuando somos jóvenes, tenemos fuerza y bravura junto con una vitalidad extraordinariamente coordinada con la belleza natural, que nada tienen que ver con los tópicos físicos creados. Sencillamente es genética.

Poco a poco con la edad, nos damos cuenta que las cosas son más pequeñas de lo que imaginábamos y lo que aprendido está nos resulta mucho más fácil de lo que soñamos.
Recordamos a nuestros mayores; nos hace sonreir pensar lo chiquititos que fuimos e inocentes.

Miramos hacia el mar, y tenemos la sensación que a partir de ese preciso momento partimos hacia la madurez. Gracias a Dios, llegamos hasta aquí. Pensamos en los riesgos y en la mucha suerte de seguir en pie.

Se siente uno a gusto de verse rodeado de su familia o los amigos, disfrutar de nosotros mismos, simplemente la vida se pasea a nuestro lado.

Vamos a mojarnos con lo que nos llena; estréllate conmigo en un abrazo, en un beso; que unos ojillos nos están inmortalizando en sus pilares y pasaremos a la historia, a la suya, a la nueva generación.


P. D. Hoy es un gran día para nuestra historia, hoy es 9 de Octubre. Hay muchos ojillos que nos recórdaran, aunque me faltan dos; los tengo presentes...