" La Sombra Del Naranco ": Mi parque Grande, es especial

lunes, 27 de octubre de 2008

Mi parque Grande, es especial



Os presento a mi Parque Grande, los que sois de Zaragoza ya lo conocéis...
Éste parque sabe mucho de mi vida de mis ilusiones y de mis reflexiones; cuando yo tenía dieciocho años iba todos los días a correr ocho kilómetros que más o menos eran tres vueltas del recorrido del trenecito que todas las tardes recorre sus entrañas arboladas.
El caso es que significa mucho para mí por las veces que disfrutaba mi soledad, o que sufría mi silencio. Recuerdo que algunos años atrás solía caminar treinta y cinco minutos casi a diario mientras el Audi A4 (taxi) descansaba a la sombra de los pinos. Entonces era otra época y me dedicaba a ver la vida a mi manera. El silencio era mi peor aliado, tan sólo escuchaba los pájaros más cercanos, o las hojas de los árboles que caían en mi cara mientras yo perdía la mirada en las copas y en el cielo casi siempre azul. No trabajaba demasiado, tampoco tenía responsabilidades como ahora, era bastante diferente a como soy en la actualidad, eran otras circunstancias. No era más feliz, simplemente era un solitario inquieto que pensaba más que hablaba y escuchaba.
La visita al Parque Grande me creaba adicción diaria y es una costumbre que deseo recuperar. Lograba desconexiones importantes, en las calurosas tardes veraniegas. Recuerdo la fuente junto al bar "La Rosaleda", el saludo de su propietario, y su coche; un opel omega gris Z-AV. La jaula llena de pájaros, mitad canarios, mitad periquitos. Parece que fué ayer.
Mi querido Parque, mi asignatura pendiente es volver a soñar despierto entre copas de árboles y azules cielos entre rugidos de taxi e inquietudes.

Los aromas de las rosas, el aleteo de las palomas, el pipipi del tren antes de tomar la curva, y el chapuzón en la fuente, las mismas caras de aquellos jubilados que diariamente iban a lo mismo que yo, y el taxi aparcado en lo alto del paseo Villa de Calcena, que era bien observado desde mi banco, junto al busto de Paco Martínez Soria, donde se lee la leyenda: "Hacer reir, es una bella forma de hacer el bien", y en otro costado: "El trabajo fué siempre gran amigo mío". Descansa en paz y guárdame el Parque.


2 comentarios:

Lara dijo...

¡Si se pudiera guardar un parque en una cajita!

Un abrazo fuerte

Lara tiene alas

Susy dijo...

Me consta que es especial para ti porque la primera vez que vine a verte a Zaragoza (cuando descubrimos que volveria) me llevaste a "tu sitio especial" y recuerdo que el parque me parecio grandioso y precioso y cada vez que vamos me gusta mas.
Nos gusta a los dos pasear por este parque agarrados de las manos cuando las manos de nuestras niñas nos lo permiten..
TE AMO