" La Sombra Del Naranco ": Gratitud y valores humanos

jueves, 23 de abril de 2009

Gratitud y valores humanos





" Es la virtud por la cual una persona reconoce, interior y exteriormente, los regalos recibidos y trata de corresponder en algo por lo que recibió. Esencialmente, la gratitud consiste de una disposición interior, un corazón agradecido, pero cuando es genuino trata, de alguna forma, de expresarse en palabras y en obras. Consecuentemente, incluye tres elementos: reconocimiento de que un regalo ha sido recibido; apreciación expresado en agradecimiento; y en cuanto sea posible, regresar de alguna manera lo que se le ha dado de forma gratuita sin ninguna obligación de parte del dador. "

Afirmo que la gratitud vale más que un millón de euros, vale mas que un chalet adosado y que un taxi. Vale más que un montón de joyas robadas en el olvido. Vale más que un reloj parado en el olvido por despecho.

Gratitud es la virtud que está en peligro de extinción, algunos piensan que está pasada de moda, quizás porque ahora no interesa mas que lo meramente material. Es como el Quijote, un libro que no apetece leer nunca porque es muy largo o porque parece que es obligación su lectura para reconsiderar la literatura castellana.

Las obligaciones no nos gustan, buscamos el placer inmediato, así somos y así actuamos derechitos al abismo. Tan sólo cuando la enfermedad y la muerte nos abraza recapacitamos en lo que somos verdaderamente.

La otra noche en el programa "Tengo una pregunta para usted", escuchandolo en RNE a mi cliente y a mí mismo nos faltó muy poco para aplaudir dentro del pequeño habitáculo-taxi al político Josep Antoni Duran i Lleida cuando en su intervención acertada y serena rompió esquemas al contestar a la ciudadana sobre su enfermedad superada. Hablaba con el corazón y fuera de contexto, con GRATITUD hacia los demás y pensó que no debía hacer algo demasiado personal de una enfermedad que sufren miles de personas que es el cáncer. Las personas que allí se encontraban dejaban la crisis, el paro y las barreras autonómicas para fundirse en un cálido abrazo-aplauso.

Sacar vuestras conclusiones y no esperéis a encontrar al enemigo de frente sin antes estar preparados en gratitud y paz. No distraer el alma con lo banal y material.

1 comentario:

Vero dijo...

La verdad es que hoy en día es difícil entablar una conversación con sentimientos, cada uno va a la suya y es una pena porque nos estamos perdiendo la esencia de lo que en realidad importa. Estamos vivos.