" Hacer lo que está en nuestra mano "

Ayer comenzó la noche tímida y tranquila, con una temperatura de 12º C. en la calle, mucha humedad y poco frío. Al principio, con poco trabajo. Luego la jornada empezó a animarse y hubo bastante trabajo.

Sí; las cosas como son.

El asunto coche-alcohol está muy complicado y la gente no quiere más problemas de los que vienen solitos. Yo alabo la labor de la Policía Local, aunque hablar mal de ellos es lo fácil y eso lo suele hacer mucha gente en el taxi... y yo por ahí, si que no trago.

Hace ya más de una década, la gente pasaba de todo y conducía con alcohol hasta las cejas. Los semáforos sobre las once de la noche pasaban todos a color ambar. Desde ese momento y hasta por la mañana, había que regirse mediante las señales habituales. El resultado: velocidades temerarias, alcohol incontrolado y muchísimos accidentes todos los fines de semana.

Ahora la cosa ha cambiado y está todo mucho más controlado en ese sentido. Sin embargo, ahora lo que se lleva, son las movidas y peleas en autobuses, taxis con intervención de los agentes de seguridad y violencia en la calle con maltrato en el mobiliario urbano, incendios provocados, y un montón de perrerías que mas bien pertenecen a los trogloditas que a la civilización.

En ambiente revuelto y con mucha policía, que no puede dar a basto con tanto imbécil suelto, transcurrió la noche que gracias al azar, no tuve mas que buena gente en el taxi. Ningún problema.


A pesar que los fines de semana se van sacando adelante por todo lo que os he dicho antes, vamos hacia abajo, laboralmente hablando. Los motivos: menos días trabajando, los pagos cada día son más fuertes y personalmente, mala suerte con el coche.

Últimamente se escuchan muchas quejas entre los taxistas por la falta de trabajo... y yo no puedo entender las contradicciones de lo que se dice y de lo que se hace. Pero el barro salpica mucho, y no tengo ganas de meterme en el fango.
Sólo me gustaría decir, que para hacer las cosas peor de lo que estaban, no hacía falta tanto inepto representativo. (Inepto no es un insulto, es la incapacidad de realizar algo).

Hacemos lo que está en nuestra mano, lo que el Ayuntamiento nos ordena y dicho sea de paso, bien poco le importa a éste, la rentabilidad en nuestro negocio... mientras soltemos el dinero con impuestos y tasas.

Satisfecho y feliz de cumplir con mi labor.