" La Sombra Del Naranco ": Mi sinceridad. Algo que me honra.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Mi sinceridad. Algo que me honra.



Cuando me alzan la mano solicitando mi servicio, pocas veces me equivoco sobre la clase de persona que va a entrar en el taxi. Lo que me sorprende realmente es cuando me llevo el "patinazo" para bien o para mal.

De cualquier forma siempre te puede sorprender una persona gratamente, depende de su tiempo y circunstancias.
Muchas veces me han hecho recapacitar, reflexionar sobre lo auténtico y lo maravilloso que es vivir un día más... Pero también provocaron un acelerón para pasar el último semáforo y no soportale ni un minuto más a mi lado. A veces pasa.

Esos cinco o siete minutos que dura una carrera, son especiales. Si te quedas mirando demasiado rato, como sorprendido, es posible que te confundan con un novato. Es muy importante para mí cambiar el chip; comportarme amablemente y estar atento sin descaro, entonces el efecto boomerang se encarga de lo demás.

Hoy acabo de llegar agotado, pero desde por la mañana puedo asegurar que lo mejor ha sido el trato con los clientes. Me dieron los buenos días y no pocos gratificaron mi labor, a pesar de la que está cayendo.

Hace un rato me dijo una clienta que no trabajase demasiado.
Los chicos que dejé en el Paseo se enrrollaron un montón con sus bromas agradables y sanas.

Eso sí,me gustaría no estar tanto pendiente y en tensión, sobre la rentabilidad del día en curso. Pero eso sería pedir demasiado y quizás perdiese disciplina... o nó?

Ser sincero con vosotr@s me diferencia del resto, por si no lo habíais observado.

Y la sinceridad alarga la vida. Lo que yo te diga.

6 comentarios:

Raúl Paulís dijo...

te aseguro que eso pasa en todo el "taxi-mundo", la tensión es inevitable, por cierto, en mi taxi tengo un perrito cabeceador que me avisa a quien puedo subir y a quien no, saludos

MARIOGDECONDICION dijo...

La sinceridad, hermanito, es un dolor de cabeza, nosotros vemos lo que muchos niegan, vemos el mundo real.abrazo.

Víktor dijo...

No trabajar demasiado también alarga la vida, ahora bien, las circunstancias mandan.

Un saludo.

Jose dijo...

Raúl, gracias por tu visita. encantado de leerte de nuevo.

Lo de la tensión debe de ser normal cuanto más responsabilidades se tienen. Bueno pienso yo.

Jose dijo...

Mario, de esos dolores de cabeza ya estamos acostumbrados. Habrá que aguantar...

Un abrazo.

Jose dijo...

Viktor, no sabía que tuvieses un blog. me ha encantado verte en Blogger. Anímate que tu sabes escribir bien y segurísimo que aportas mucho. Que yo lo sé.

Ah! lo del trabajo ya lo sé y muy bien. Lo que pasa es que las pequeñas que tengo dormidicas ahora, deben llevar una vida digna por encima de todo aunque me lo quite de mi salud...

Siempre te admiré Viktor, por tu forma de pensar y la suerte que tienes. Lástima que yo no tenga tanto tiempo como tú para poder disfrutar mil cafés contigo. Pero por lo menos alguno caerá ahora.