" La Sombra Del Naranco ": Tienes mil caras, no dos.

lunes, 9 de noviembre de 2009

Tienes mil caras, no dos.

Marylin-Stern Pictures, Images and Photos

Lo normal es tener dos caras, la cara amable y la más oscura. Nos pasa a casi todos; pero tú eres una clienta de unos cuarenta y muchos años, que nos hemos visto por tu profesión y la mía un montón de veces.

Los dos tenemos muchas cosas en común: Solemos hacer casi todo por dinero, nos entregamos al público. Todo lo que somos, lo debemos a quienes alquilan nuestros servicios. Los dos llevamos demasiados años en la profesión y sabemos que el secreto profesional debe protegerse al máximo.

Sólo converso contigo, cuando vas libre y yo ocupado precisamente con tu esqueleto camaleónico y retocado por un experto cirujano.

Unas veces subes con jóvenes y otras con viejos. Pero eres tú. Siempre las mil veces; con tejanos o con minifaldas, con tacones o con zapato plano (estilo Esperanza Aguirre).

Hace poco fuiste infiel a tus costumbres de usuaria del taxi, subiendo en el bus, mientras yo pasaba libre a dos metros de tí. Nos miramos cuando subías el último escalón de aquel rojo cacharro. Tú no estás hecha para esos trotes, pensé.
La crisis nos está matando. Vaya que sí... parece mentira que la sequía llegue a esas constelaciones galácticas de estrellas en el universo.

Eres un misterio que no quiero descubrir para no desilusionarme. Prefiero imaginarte que de las mil caras que tienes, no tienes ninguna de tristeza ni de melancolía urbana...

Pero tus ojos te delatan ante los míos... Cuando me miras, entiendes que todo lo que haces, lo haces por dinero y sabes que yo con mi trabajo y mis clientes lo mismo.

Dos profesiones demasiado parecidas...

P. D.

No pensé que debería haber hecho ningun cambio en la redacción del post, en referencia a la similitud de ambos oficios. pero a la vista del comentario obtenido (y borrado), pensé aclarar bien el significado, para así evitarnos malos entendidos.



2 comentarios:

Jose dijo...

Si algo me encanta de mi trabajo es la capacidad de desarrollar mi imaginación...

Jose dijo...

No hay palabra mal dicha, sino malinterpretada...