" La Sombra Del Naranco ": Deberíamos escuchar y apoyar a los compañeros de Madrid

martes, 19 de enero de 2010

Deberíamos escuchar y apoyar a los compañeros de Madrid




Dan
un plazo de seis meses al Gobierno para que cambie la ley que liberalizaría el sector / Amenazan con manifestaciones y paros como los que ya se produjeron en diciembre.

«No vamos a esperar indefinidamente a que se cumplan las buenas palabras del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero». El vicesecretario de la Asociación Gremial del Taxi, Pedro Panizo, explicó ayer que, desde que se reúnan con el Ministerio de Fomento –una mesa que iba a tener lugar en enero pero que a día 19 aún no se ha concretado– darán un plazo de medio año «para el Gobierno haga las modificaciones oportunas en el polémico artículo 21 de la Ley Ómnibus» y garantice «seguridad jurídica» al sector del taxi.

El pasado 17 de diciembre, cerca de 30.000 taxistas se manifestaron por las calles de Madrid para evitar que la polémica Ley se aprobase en el Congreso de los Diputados, como finalmente ocurrió. Sin embargo, Fomento se comprometió entonces a reunirse con los representantes del taxi en le mes de enero.
«Han cometido un error muy grave y estamos muy descontentos con el trato recibido por parte de los representantes del Ministerio», aseguró ayer Panizo. «Sólo esperamos que ahora el Gobierno cumpla su palabra y no perjudique a un sector del que viven cerca de 100.000 familias en este país».
Y es que dentro del artículo 21 de la Ley Ómnibus, hay una serie de puntos que dejan en una especie de limbo la seguridad jurídica de los taxistas.
«La supresión del artículo 49 y 50 –que están dentro de ese artículo 21– deja en el aire si las administraciones pueden o no establecer cupos o contingentes» para las licencias de las VTC (Vehículos con Alquiler de Conductor). Hasta ahora sólo podían darse 30 licencias de VTC por cada taxi pero ahora, «no queda nada claro, según nos confirman todos los asesores jurídicos», explica Panizo.
La Unión Nacional del Taxi (Unalt) se reunirá en asamblea el próximo miércoles 27 de diciembre para fijar la «batería de medidas a adoptar». Ahí prepararán su reunión con Fomento de la que, por el momento, se desconoce la fecha.
«Entendemos que se debe reconducir y recuperar la seguridad jurídica que teníamos antes», comentó el vicesecretario de la Gremial (la asociación mayoritaria en Madrid con más de 9.000 socios).
Si en un plazo de seis meses, que empezaría a contar desde que se produzca ese encuentro, el Gobierno no garantiza esa seguridad a los taxistas, volverán a manifestarse como ya hicieron el pasado diciembre.

Dos días de huelga y desinformación
Los representantes del taxi dicen que esperan «no tener que llegar a convocar paros indefinidos» ya que eso les «perjudica más que beneficia». Y es que la huelga que se convocó el pasado 17 de diciembre para evitar la aprobación en el Congreso de la Ley Ómnibus desencadenó una huelga encubierta del sector y terminó con cinco detenidos y 96 identificados por sabotear a compañeros trabajando y numerosos altercados. Los piquetes y la confusión por parte de los trabajadores sobre si se debía o no continuar con los paros provocó dos jornadas de auténtico caos y
dejó a Madrid –sobre todo en el aeropuerto y las estaciones de tren– prácticamente desabastecido de taxis durante dos días. Además muchos taxistas se organizaron para colapsar el tráfico y las principales vías de la capital se convirtieron en una auténtica ratonera para los conductores.

" La Razón"

3 comentarios:

Marisa dijo...

Eso sin liberalizar el sector, solo falta que lo liberalicen.

Marisa dijo...

Pues a apoyarlos, total, sin el puñetero artículo ya parece que estuvieramos en huelga, (porque si fuera el paro, cobraríamos), pero ni eso, uyss, olvidaba que somos "automonos", ni paro ni leches!!!. Una carrera en toda la tarde, te cagas!!!con perdón.

Jose dijo...

Marisa, la cosa pinta muy mal... Aquí cada hora no sale ni a 10 euros. Nadie dice ni pio.

A veces me da la sensación que transmito felicidad y todo eso. Y no miento, pero la procesión va por dentro. Pero ya no quiero darle más vueltas, hago lo que está en mi mano. Que sea lo que Dios quiera.