Esta tarde necesitaba sentirme tranquilo y sereno... recordé el mar. Decidí ir a la playa de Salinas a caminar descalzo por la arena...
Me encontré con un velo de calima que cubría la luz del sol y con la mar embravecida. Por un instante, pensé en darme la vuelta porque "no hacía tarde" para paseos por allí. Sin embargo al final decidí que esa tarde de playa sería diferente y que la luz era muy especial.
Me descalcé e introduje los deportivos en mi mochila roja y me subí el pantalon hasta la rodilla...
Fué un paseo relajante con sonidos fuertes del oleaje... pero para nada molestos.
P.D.
La foto es mía... es increíble que no tenga filtros ni nada...es mágica de verdad
Cuando no puedas correr trota, cuando no puedas trotar camina, cuando no puedas caminar usa el bastón pero nunca te detengas.
Teresa de Calcuta
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