Los días son cortos, la oscuridad predomina en la calle, los árboles con las hojas rojizas que transmiten la belleza del ciclo de la creación...
Nosotros somos el otoño y a veces soñamos que estamos despiertos, ensimismados mirando a ninguna parte...
Me dices que eres capaz de llorar y no sabes por qué, que te desahogas recordando a personas de tu pasado que caprichosamente no olvidas y entras en la más profunda melancolía y tristeza, en soledad, escuchando el goteo que escurre por el marco de la ventana.
Afuera, el otoño... en el interior, tus hijos haciendo deberes y manualidades, con sus historias que tú ya vivíste y las risas infantiles que acarician de nuevo tus recuerdos...
Y cuando sales a la calle observas que todo sigue igual al paso del tiempo... disfrutas con el olor a castañas asadas,escuchando el crepitar del fuego y leña en el interior del brasero.
No tiene nada de malo el disfrutar del silencio, perderse con la mirada y llorar por que te apetece hacerlo.
No te asustes ni te sientas mal si ves muchos mediocres ruidosos, mucha gente no es sensible a casi nada natural y humano... siéntete dichoso (a)
Fotografía: Modelo exclusiva del autor
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