" La Sombra Del Naranco ": Puedes culpar al mar...

lunes, 26 de diciembre de 2011

Puedes culpar al mar...


Más que nunca corren tiempos difíciles en mis venas; y sin embargo siéntome mucho más curtido en mi carácter, porque me lo pide la vida, sencillamente.

Cuido mi cuerpo mucho más que tiempos atrás, comprendo que sin salud nada es posible. Mi rostro comienza a tener un aspecto saludable y descanso mucho mejor. Los movimientos en mi andar son mucho más armónicos y flexibles. Merece la pena el esfuerzo y la lucha por sobrevivir saludablemente, sobre todo por mis pequeñas. Necesitan a su padre con salud para seguir el camino dignamente, lo mismo que yo de ellas.

No están las cosas nada fáciles para nadie y para mí mucho menos... Laboralmente cada vez peor; no sé donde vamos a llegar, pero no puedo tirar la toalla. No está contemplado eso en mis principios fundamentales.

En este blog, por ahora, no puedo decir mucho más porque mis circunstancias me lo impiden... no conviene compartir sentimientos personales, que me puedan perjudicar a mi mismo, si terceras personas manipulan peligrosamente.

Es un hecho claro que las palabras que yo escribo aquí, son leídas por algunos indeseables, mentirosos y que no buscan nada más que el interés personal a cualquier precio. Por ello cada letra escrita es filtrada y observada con lupa.

Hoy pasamos un buen día, estuvimos tomando café junto al mar en Luanco. Al mediodía comimos en un restaurante de Avilés; nos faltaron Silvia y Lucía que se encuentran pasando la navidad con su familia biológica. La verdad es que con Susana ya tenemos cuerda para rato... puro nervio la chica.

La tarde la pasamos con unos amigos en su casa de Salínas... estuvimos de maravilla como siempre, entre turrones, chupitos sin alcohol, jugando con la Wii... somos felices, con muy poco o con todo... según se mire.

Un nuevo año está a punto de comenzar, tengo inquietudes y mucha ilusión por iniciar planes y proyectos... es verdad que necesito suerte, pero como que casi empiezo a confiar en mi Ángel de la Guarda.





No puedes decir que no
No puedes decir jamás
No debes pedir perdón
Tan solo te quiero más
Dolor que no puedo ver
Ni siento cuando te vas
No puedes decirme adiós
Te llevo en mí caminar
Gritando que no ves
Rezando porque tú vuelvas otra vez

Duermo en ti, y en tu fuego
Muero al fin, en tu mar
Mi aire son ya tus versos
Mi tierra es tu despertar

No puedes decir que no
No puedes decir jamás
No debes pedir perdón
Tan solo te quiero más
Dolor que no puedo ver
Ni siento cuando te vas
No puedes decirme adiós
Te llevo en mí caminar
Gritando que no ves
Rezando porque tú vuelvas otra vez

Tu voz es lo que me das
Es dulce canción de amor
Que nunca podré cantar
Dolor que no quiero ver
Dolor que nunca se va
No puedo decirle adiós
Ni quiero decir jamás
Tumbado al amanecer
Llorando porque tú vuelvas otra vez
No puedes decir que no
Te llevo en mí caminar
Rezando porque tú vuelvas otra vez.




Fotografías: Imagen superior: "Barcas en Luanco" propia.
Imagen inferior: Retrato actual de mi aspecto (Mucha dieta)

No hay comentarios: