" Aneta "

Una chica de unos veinticincinco años, a las once de la noche sube al taxi, en las oscuridades de la calle Maria de Luna, junto al Colegio de Ingenieros, al final del barrio del ACTUR y me da la buenas noches, con un acento extranjero y bien educada me indica la dirección del destino, mientras recogía el móvil en el bolsillo.

Todavía ví encendida la pantalla del display del GPS y el nombre de la clienta: "ANETA". Se sorprendió de la rapidez y mi cercanía extrema desde su llamada a Radio Taxi Zaragoza, a mi llegada.

Lo primero que me dice es que si pasa de once euros la carrera -"me dejas por ahí tirada" y ya está.

Me dice que está muy cansada de trabajar y desea llegar pronto a casa. A mí me llamó la atención su acento que no sabía identificar, y luego a pesar de ser de noche, el color pelirrojo de su pelo. Me produjo curiosidad por saber de donde era, no por nada, simplemente curiosidad y le pregunté...

Me dijo: -Soy de Polonia.
-Ah! polaca.
-Sí soy polaca y ahora soy una polaca cansada de trabajar.

Me comenta que añora su país, que ahora se vive mejor en Polonia que en España. Yo le dije que ahora muchos rumanos se estan marchando de nuevo a Rumanía por la crisis.
Le molestó la comparación y me dijo que ella no tenía nada que ver con los rumanos que casi era despreciar a su país por compararles con los "gitanos".

Me disculpe de mi ignorancia, me sentí como el taxista de Iker Casillas, por mi patosidad, pero rápidamente me devovió la confianza con una sonrisa de tranquilidad y me señaló que no sólo yo le había comparado con los rumanos, estaba un poco acostumbrada a tanto desconocimiento hispano.


Cruzamos el puente del Tercer Milenio y en las inmediaciones de Vía Hispanidad me indicó el punto exacto con un castellano-polaco perfecto.

Con la conversación se me había olvidado el importe del taximetro, ni siquiera lo miré, marcaba diez euros mas o menos. Aneta me pagó los once euros y lo que sobraba me lo dió de propina:

-Has sido mi salvador, gracias.
-Muchas gracias a tí, suerte.

P. D.


Muchas veces los clientes, saben mucho más que tu de muchas cosas y no por ello son menos amables y simpáticos. En el caso de Aneta, me trasmitió seguridad y educación, quien lejos de su país y su familia mostró personalidad y buen talante con un desconocido. Seguramente su profesión estaba ligada a la educación en el idioma polaco. (Intuición gremial)

Por cierto la foto la busqué en google por "pelirroja" y se parece increíblemente a la chica en cuestión.