jueves, 15 de julio de 2010
Momentos de resistencia
La mejor hora para iniciar un viaje de más de 600 kilómetros, son las primeras del día, porque a lo que te quieres dar cuenta ya te encuentras en el destino a la hora de comer... pero a veces como ayer, el viaje deja de ser de placer, convirtiéndose en pura necesidad de salir pitando de un lugar que en esta epoca del año, rebasa los 40ºC. todos los días.
Ya me da casi vergúenza decir que viajo de nuevo, porque parece de locos tanto ir y venir... pero primero con la mudanza nos tocáron tres o cuatro idas y venidas... más las veces que yo tuve que venir para buscar piso.
Ahora me toca ultimar en Zaragoza la transferencia municipal... primero se firma una vez y después al pagar las tasas administrativas, otra.
Me tomo muy en serio cada vez que salgo a carretera con mi mujer y mi niña de tres añítos...
Sólamente me queda un viaje de ida y vuelta... había pensado hacerlo yo solo, pero Susy mi mujer se empeña en acompañarme nuevamente hasta que acabe la odisea...
Así, que aunque parezco medio loco entre Aragón y Asturias es pura necesidad y las ganas de parar de un lado a otro, con los consiguientes riesgos... más que nadie las tengo YO.
Este post no es para dar explicaciones, sino un desahogo personal muy leve de las cosas positivas que estan sucediendo en mi vida... tanto es así que ando con "pies de plomo" porque a veces no entiendo lo genial que me va, en términos generales. Lo cual no quiere decir que no me sienta muy cansado y desgastado.
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