Ésta noche los relojes se retrasan una hora, exactamente a las tres, serán las dos... Puede parecer una tontería pero no lo es. Por la tarde al anochecer antes, apetece menos realizar acciones de tipo "social" y solemos estar en casa antes.
El hecho de realizarse el fin de semana no es otro que la mejor adaptación que suele durar unos días, mañana todos se preguntan que hora era ayer... y todas esas historias tan comunes.
A nuestro cerebro no le pasa desapercibido este cambio, aunque no tiene mayor importancia pues enseguida nos adaptamos al nuevo horario y la intensidad de la luz.
El clima y todo lo que ello supone, como por ejemplo la intensidad de la luz del sol, determina nuestro aspecto en general, incluso nuestro caracter. Por eso nos diferenciamos tanto físicamente los nacidos en un lugar u otro del planeta.
Nada, de momento a dormir una hora más... mañana ya veremos a ver que pasa con el hipotálamo ese y tal ...
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