domingo, 5 de diciembre de 2010
Mi memoria
Estoy empezando a darme cuenta que voy perdiendo memoria poco a poco muy suavemente, casi me hace gracia cuando se me olvidan cosas triviales... pero sólo a veces.
Supongo que la vejez nos va suavizando poco a poco, haciéndonos olvidadizos y casi me malicio que ello va a ser necesario para ganar tranquilidad con los años. Resulta agradable envejecer viéndolo de esa forma... no sé.
Todo esto viene a cuento, cuando Silvia de 9 años esta tarde mientras leía con interés un libro muy guapo... le pregunté por él:
-¿Dónde "lo sacaste"?, le pregunté.
Sonrieron mamá y ella a la vez. Resulta que ese libro tenía una dedicatoria a Susy escrita por mí, que había olvidado por completo el motivo y el regalo. Todavía no sé cual fué el asunto de tan bella dedicatoria... El caso que allí estaba mi letra y mi corazón.
Luego a Susi la peque, le empezó a subir la fiebre a la pobrecita y nos tuvimos que marchar de Avilés a Oviedo... lo malo del caso, fué el siguiente olvido mío; muy grave... con las prisas para que a la pequeña no cogiese frío,la senté en su sillita del coche y me olvidé colocarle el cinturón de seguridad. Gracias a que tuvimos suerte y mamá conduce muy bien, llegamos a Oviedo tras casi 30 kms. con la niña suelta, sentadita y dormida con la fiebre.
En otra ocasión con lo movida que ella es, nos hubiésemos dado cuenta enseguida e incluso la misma niña lo hubiese dicho porque está pendiente de todo y no pierde una...
Los olvidos pueden ser muy graves y tener consecuencias fatales... pero como decía un amigo de Zaragoza... "El Ángel de la Guarda nos protege"
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