Después de pasar unos días intensos y de verdadera felicidad en nuestra casa de Zaragoza, de nuevo estamos en Oviedo.
Llevamos en Asturias ya un año y medio, las cosas no han salido nada bien y para estar regular, lo mejor es regresar a nuestra casa en Zaragoza, donde no debimos haber marchado nunca.
No estamos arrepentidos de haber probado suerte viniendo en Asturias pero desde luego es evidente que para nosotros aquí no hay futuro. A pesar que en otros aspectos hemos ganado infinitamente. Apoltronarse con lo justo sería una opción cómoda y cobarde para mí.
Gracias a Dios, me siento capaz de reaccionar ante tanta adversidad.
En Zaragoza las cosas no están nada bien tampoco, pero yo he nacido en esa tierra llamada Aragón. Todo lo que tenga que pasarme me sucederá allí.
Y con eso basta.
2 comentarios:
¡¡Que bonita foto!!
¡qué pena! ¡y que pasada de foto! la tomo prestada para mi colección Un abrazo!
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