Quieren aparentar lo que no son, expresar lo que no sienten, miran siempre al de al lado antes que a sí mismos.
Dicen siempre el doble de lo que es y siempre al revés, nunca sabes con exactitud, donde llega el límite de la mentira y la manipulación.
Se preparan el terreno, y eligen a sus víctimas, almas perdidas por la mala suerte, o la impotencia de su situación.
Como decía Serrat, en su canción, si no te comes la sopa te llevará el coco...
Así andan sueltos en la sociedad, y además corren buenos tiempos para ellos.
Se ceban en la inocencia de las buenas personas, les lavan el cerebro y se aprovechan hasta verles en la más absoluta ruina personal y física a sus víctimas.
No les importa nada de la vida ajena, ni escuchan ni quieren ser oídos.
Cuidado porque podemos tener muy cerca, algún "Macarra de la moral" vestido de Versaces.
Basta ya de mentiras, y de manipulaciones.
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