Ayer domingo estuvimos en la Expo, nuestra segunda visita. Estuvimos mucho más tranquilos que la vez anterior, ya conocemos el recinto y más o menos, sabemos a donde queremos ir. Todavía nos queda una visita más. Esperamos que el próximo día podamos visitar el pabellón de España, y el Acuario aunque tengamos que madrugar un poco.
El espectáculo del Iceberg, fué impresionante, una combinación de agua, luz y sonido combinado con tan buen gusto y ayudado con los avances tecnológicos más innovadores. Nos hizo temblar a algunos, y quizás demasiado fuerte para los niños. Lucía de seis años se tapaba la cara y me pidió que la arropase en mi regazo.
Es necesario que nos conciencemos del problema con el medio ambiente. Es gravísimo lo que está pasando con el planeta, está agonizante y podemos pagar a corto plazo lo que está sucediendo en los polos, con el deshielo y la desertización avanzada...
De todo ésto ya sabemos todos bastante, pero parece que a la hora de actuar, pensamos con el egoísmo. Vuelta a empezar.
Ojalá no paguen las barbaridades cometidas nuestros hijos o nietos.
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