" La Sombra Del Naranco ": Reflexiones sin importancia

lunes, 15 de septiembre de 2008

Reflexiones sin importancia


No cambio mi vida por nada en el mundo, cuanto más conozco o leo o veo o siento el aliento desconocido en mi nuca, más me aferro a mi mundo. No quiero otro. Deseo sentir el abrazo de mis hijas, el calor de mi pareja.
Somos así, seguramente los seres humanos y aceptarlo toca.
Mi perro se pone nervioso cuando escucha el tintineo de las llaves, depende de mí y siento su compañía, todos los días cuando damos largos paseos de campos y pájaros, de saludos anónimos, recórdandome que vivo en un pueblo a pesar que la sangre que me fluye dentro es urbana, con semáforos amarillos, y rádares de color verde vegetación (Made in Zaragoza).
Como os decía, estoy contento con mi estilo de vida, asustadizo de ver las grandes hipocresías pasar junto a mí, de oler perfume caro con miseria escondida disimulada con ositos de "tous".
Recuerdo el descanso sobre mi hombro de mi hija Susi, la semana pasada en el hospital, agotadita de un simple resfriado; el taxi afuera aparcado sin dar rendimiento alguno, pero mi niñita en mi regazo, mamando calor de papi, mientras una ambulancia entraba con un auténtico drama infantil en su interior, mis ojos se humendecieron y abrazé mas fuerte a Susi. Tardaríamos mas para entrar; ley de vida; prioridades.
Y así entra el mal tiempo un año más, sobre mi casa cálida y entrañable, con sonidos infantiles y acaramelados de mi amor. Tengo mucha suerte, así lo creo.

1 comentario:

Susy dijo...

Tenemos los dos mucha suerte por habernos encontrado,sin duda.La prueba está en nuestra pequeña Susi.
TE AMO