martes, 2 de marzo de 2010
El juego de la noche
Acaba de terminar un día mas de tantos... y hoy no fué un buen día en absoluto, dolor de cabeza, malestar general y algo de tos. Dias que no tienes ninguna idea brillante para nada, todo te da vueltas y eres incapaz de centrarte en nada.
Cuando éste post sea publicado, yo estaré ahí afuera en la calle, esperando no sé muy bien a quien. Mejor es no pensarlo, porque quizás hoy de lunes a martes, a lo peor no se sube nadie en el taxi... vete tú a saber.
Sin embargo, debo pensar en los sorbitos que bebo de café, en la suave y tersa tranquilidad de la noche, en una buena y gratificante canción que me haga soñar despierto, sin palillos en los ojos. También es posible que mantenga alguna conversación interesante con algun alma anónima nocturna. Quizás intercambie algún twett con Zaviev.
Es lo bueno que tiene el taxi, nunca sabes lo que el destino te aguarda... o lo malo.
Lo que ocurre es que yo odio infinitamente es el madrugar, no soporto la crudeza de la mañana, prefiero la noche, aunque sea un cachito. Es como llevar una ventaja psicológica y económica al día siguiente.
Aunque lo más fácil que puede pasar es que además de no subirse nadie, tengas que repostar gasoil...
Nos llaman llorones a los taxistas, y esta noche va a ser que No. Luego vendrá algún "intelectual" y me tengo que reir por no llorar... mirar éste blog y los comentarios que le hago >>> AQUÍ
Me gustaría que los que tan mal quieren al gremio del taxi, se pusieran ellos tres meses al volante...
Y es que ya se sabe "La ignorancia es buena amiga del atrevimiento".
En resumen que ahora, pasadas las 0.00 horas del martes, tengo que salir a intentar sacar el mejor provecho con el mejor optimísmo que pueda dar de mi mismo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Como un robot desprogramado, que no sabe andar sin directrices; pidió prestada un alma, para vivir, para sentir, pero ahora no sabe por donde empezar; ya se preocupa, ya piensa por si mismo, tiene voluntad, sin embargo no sabe a donde ir, no tiene a quien llamar; mas no se acobarda, emprende la marcha, una voz dentro de él, le dice: "tu historia, acaba de empezar".
Todo el mundo que trabajamos de cara al público estamos hecha de una pasta especial.
Anda, que no hay que aguantar y en algunas situaciones ni éso, que el cliente no siempre tiene la razón.
Buen día y mucho curro.
La noche y el silencio. La noche y una buena conversación. Al fin y al cabo, ambas llevan música.
Un abrazo y te sigo.
Lara tiene alas
Publicar un comentario