" La Sombra Del Naranco ": Luces en la oscuridad

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Luces en la oscuridad


La gripe va remitiendo en mí, poco a poco. El frío húmedo se deja sentir suave y penetrante... En casa nos hemos resfriado casi todos, cuando no cae uno cae el otro...

Otro mes que comenzó tímido y de puntillas con el mazo que nos pesa tanto llamado crisis. La vida nos ha cambiado poco a poco y parece que van a ser unos años parecidos los que vienen.

Las noticias sobre la corrupción, nos siguen avergozando a quienes amamos España y la democracia. Estan jugando con fuego con gente que se suponían "nobles". Espero que la educación actual no desemboqué en alguna revuelta... No lo creo, personalmente; porque nadie queremos guerra.

Oviedo luce unas pocas horas, la iluminación navideña nocturna, que es muy guapa y de buen gusto...

Ya llevo en Oviedo más de tres meses en el taxi y también aquí la manera de trabajar y las recaudaciones son muy diferentes a lo que esto fué...

Sigo echando mucho de menos mi ciudad y noto muchas carencias en Oviedo, sobre todo en cuanto a servicios se refiere... No hay tiendas normales abiertas 24 horas inclusive festivos, como Opencor ni nada parecido.

Zaragoza no tiene nada que ver con todo esto... a pesar que no estoy a disgusto en Oviedo, me suelo sentir encerrado en medio de montañas con niebla... y en cuanto sales para Gijón por ejemplo se abre el cielo que da gusto. Gijón es una ciudad encantadora, mucho más guapa que Oviedo y esto que digo levanta ampollas por aquí, pero yo opino lo que me parece. Sólamente con el paseo del Litoral vale más que todo Oviedo junto.

Oviedo es un parque con cuatro calles y un montoncito de barrios-pueblos con malos caminos, todos cuesta arriba y cuesta abajo. Es verdad que goza de elegancia en sus esculturas y en su diseño, pero el que ha viajado sabe que no deja de ser una ciudad más. Lo que te deslumbra realmente es la increíble naturaleza asturiana...

Yo me encuentro muy bien físicamente, ya he perdido más de diez kilos y sigo bajando. Camino sin problemas cuesta arriba y hacia abajo sin fatiga... tengo mucha fuerza de voluntad y mucha responsabilidad por mis hijas, sobre todo por la pequeña que es la que sólo depende de Susy y de mí... Es un placer tener el control absoluto sobre mi cuerpo, sabiendo que me conviene comer y saber que alimentos me matan literalmente...

La entrada anterior a esta, la tuve que modificar porque expresaba con demasiada claridad mi sufrimiento en el trabajo, mientras otros se tocan la barriga sin ninguna vergüenza... No pienso escribir nada más sobre esa gente, porque bastante desgracia que tienen con ser ellos mismos.

Pienso en mi hija Verónica y en lo valiente que es de vivir en su piso, con su propio esfuerzo y trabajo, con muchas dificultades, pero siempre trabajando. Eso me hace sentirme orgulloso y algunos les come la envidia sólo escucharlo.

Ahora viene las Navidades y presiento que no van a ser fáciles. Entre otras cosas porque añoro mi tierra y no puedo ir.

Fotografía propia: Adorno Navideño en calle Uría (Oviedo)


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