Sigue tocando, @Susy_Woman

"Era una vez un gran violinista llamado Paganini. Algunos decían que él era muy extraño. Otros, que era sobrenatural

Las notas mágicas que salían de su violín tenían un sonido diferente, por eso nadie quería perder la oportunidad de ver su espectáculo.

Una cierta noche, el palco de un auditorio repleto de admiradores estaba preparado para recibirlo. La orquestra entró y fue aplaudida. El maestro fue ovacionado. Mas cuando la figura de Paganini surgió, triunfante, el público deliró.

Paganini coloca su violín en el hombro y lo que se escucha es indescriptible. Breves y semibreves, fusas y semifusas, corcheas y semicorcheas parecen tener alas y volar con el toque de sus dedos encantados.

De repente, un sonido extraño interrumpe el solaz de la platea. Una de las cuerdas del violín de Paganini se rompió. El maestro paró. La orquestra paró. El público paró. Pero Paganini no paró.

Mirando su partitura, continúa arrancando sonidos deliciosos de un violín con problemas. El maestro y la orquesta, exaltados, vuelven a tocar. Antes de que el público se serenara, otro sonido perturbador derrumba la atención de los asistentes. Otra cuerda del violín de Paganini se rompe. El maestro paró nuevamente. La orquesta paró nuevamente Paganini no paró.

Como si nada hubiese sucedido, él olvidó las dificuldades y avanzó sacando sonidos de lo imposible. El maestro y la orquesta, impresionados volvieron a tocar. Pero el público no podría imaginar lo que estaba por suceder.

Todas las personas, atónitas, exclamaron OHHH! Una tercera cuerda del violín de Paganini se rompe. El maestro se paralizó. La orquesta paró. La respiración del público se detuvo. Pero Paganini continuó.

Como si fuese un contorsionista musical, arranca todos los sonidos de la única cuerda que sobrara de su violín destruido. Ninguna nota musical fue olvidada. El maestro se anima. La orquesta se motiva. El público parte del silencio para la euforia, de la inercia para el delirio. Paganini alcanza la gloria.

Su nombre corre a través del tiempo. No es apenas un violinista genial. Es el símbolo del profesional que continúa adelante frente a lo imposible."






Nuestra salud está resentida más que nunca; hemos pasado noches con dolores y hasta te ví llorando una de ellas retorcida del dolor de aquel cólico, que casi te dolía más que un parto, me decías...


Y mientras nuestras chiquitinas, una escuchando a los médicos escondida y en silencio, mientras la segunda dormía, la chiquitina, milagrosamente calmo el llanto al roce de mi mano; nuestra gente lejos como siempre, muy lejos.

Por mi parte ya tuve bastante con la gastroentiritis y más tarde con el desgarro muscular, que ni siquiera lo hemos mencionado por estos lares.. Parece que todo está en contra nuestra.

Ganas tengo que termine el peor año en cuanto a trabajo y salud, seguro que algo grande y positivo nos espera...

La gente aún sin maldad hacen daño al hablar sin pensar, sobre todo quien no le faltó de nada nunca en su pobre existencia insípida e ignorante...

-No desistas en tu esfuerzo. No debes dejar el concierto, ahora más que nunca el violín suena a las mil maravillas.

Mientras unos rien y otras critican, aprovecha el tiempo y haz caso omiso a las oquedades y al eco sin voz propia.

Te quiero mucho, por todo lo que eres y eres capaz de transmitir. Eso te hace diferente a toda esa "chusma"...